Una modelo nacida para triunfar

Clarissa Molina Contreras, nació en la ciudad de Santiago de los Caballeros, República Dominicana, el 23 de septiembre de 1991. Está residenciada desde hace diez años en la ciudad de Nueva Jersey. Tiene el honor de haber sido la primera Mujer Latina Dominicana en participar en un concurso de Miss Universo en el territorio de Estados Unidos.

La despampanante mujer latina, de ojos claros y 1,75 metros de estatura, es la  hija menor del matrimonio dominicano integrado por Domingo Molina y Clara Contreras, quienes se separaron cuando la niña tenía de 11 años de edad. Hasta cuatro años después permaneció en su país natal, bajo el cuidado de su hermano y su cuñada; luego se trasladaron a la ciudad de Nueva Jersey, donde se residenció e inició una nueva fase de su vida.

La modelo, coronada como Nuestra Belleza Latina VIP 2016 (NBL VIP), debió asumir dos empleos para obtener los ingresos suficientes para pagarse sus estudios y gastos personales. Es valorada como un gran ejemplo de Mujer Latina de excelencia, porque sus vivencias como emigrante no fueron las mejores, pero las superó con fortalezas personales. Experimentó choque cultural por el alejamiento de su país natal, sufrió el acoso por parte de sus compañeros de la escuela secundaria y el aislamiento por no hablar inglés. Ahora es una aventajada estudiante universitaria  de Comunicación Social, rompió las barreras del idioma y es una destacada modelo y reina de belleza, orgullo de Mujer Latina.

Molina participó en varios concursos antes de convertirse en la impactante reina latina y Miss República Dominicana Universo 2015. La mayoría de estos eventos le abren la puerta para crecer en el modelaje, además de su máximo desempeño como representante de la Mujer Dominicana Latina. No obstante, se considera que su puerta más “grande” ha sido el reality show de Univisión, «Nuestra Belleza Latina». Allí su imagen se popularizó y se observó más de cerca su potencial y su talento. A pesar de que siempre fue una de las favoritas del público, en su primer intento obtuvo el 3er lugar. Luego, decidió participar en el Miss República Dominicana Universo 2015, siendo coronada como tal ese mismo año. En  el concurso Miss Universo fue seleccionada entre las Top 10, imponiendo una vez más el orgullo y la belleza de la Mujer Latina.

Bendecida por el Juez Jefe
Clarissa Molina hizo su primera audición para participar en Nuestra Belleza Latina, en la ciudad de Nueva York, el 4 de octubre de 2014. Fue evaluada por el juez principal Jomari Goyso y los invitados Verónica Bastos y Daniel Arenas, quienes no le dieron el pase a la competencia. Sin embargo, el  reconocido “Zar de la belleza”, y juez jefe en el  reality show de Univisión, Osmel Sousa, decidió acudir personalmente a su casa en Nueva Jersey para entregarle su “Eres linda, firma aquí”, en donde dictamina: “Estas en el concurso”.  Con su pase, ganó 5 retos en 13 semanas de competición, que la acreditaron como tercera finalista.

En 2016, Molina volvió al reality show Nuestra Belleza Latina, pero esta vez en la versión VIP, donde 12 de las 99 finalistas que han pasado por los 9 años de programa volvieron a la competición, cuando sorpresivamente se produjo el  primer «Back to Back» de la historia del concurso cuando la anterior reina, Francisca Lachapel, también Mujer Dominicana Latina, la coronó como la décima reina del reality y la segunda corona para ese país. La nueva Nuestra Belleza Latina VIP obtuvo en la votación final del público el 53% de los votos en contra del 47% obtenido por sus tres contrincantes, divididos respectivamente.

En 2015, siendo la tercera finalista en Nuestra Belleza Latina, Clarissa Molina concursó para ser Miss República Dominicana, en representación de Espaillat, provincia ubicada en la región Nor-Central (Cibao) de su país. Logró exhibirse en el escenario del concurso Miss Universo en Estados Unidos, donde tuvo una importante figuración como Mujer Latina. Logró entrar al Top 10, el cual, de acuerdo a las puntuaciones quedó en 6to lugar. Ese año se eligió como nueva Miss Universo, a la embajadora de Filipinas, Pia Wurtzbach.

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