Los románticos dicen “hacer el amor”, para bajar la connotación salvaje pero humana de decir “tener sexo” y también para diferenciarnos de los animales porque incluimos un sentimiento, el amor.  Sin embargo, el fin es copular para dar y recibir placer o para procrear.

Si nos apegamos a la frase “hacer el amor” entonces aparece una contrariedad de lo que se dice a lo que se hace y la incongruencia se manifiesta sin ningún pudor. ¿Por qué?… simplemente porque abandonamos por horas el enamoramiento y lo retomamos solo cuando vamos al acto sexual. Es decir, lo ideal sería, bajo mi experiencia, estar con tu pareja durante el día en actitud de estar haciendo el amor. ¿Cómo?… Muy simple, con buen trato, con palabras de aliento y de amor, con gestos de cariño, con detalles y con “care” es decir, manifestando que esa persona te importa y que quieres la plenitud de su ser. Esto no significa estar en una actitud empalagosa, intrusiva o irrespetuosa hacia los espacios del otro, no por favor, no malinterpretes el mensaje; se trata de estar allí, no en presencia sino en emoción y pensamiento, en deseo y sensación, que cuando llegue el mensaje haya corriente, para que esa persona a quien más tarde vas a  seguir amando a través del sexo, no haya dejado de quererte y desearte ni por un minuto.

Durante el día con nuestra pareja hay un distanciamiento físico porque cada quien tiene sus actividades ya sean laborales y profesionales, que hacen que haya un enfoque de pensamiento hacia otro objetivo, es decir, el performance, el dinero, los proyectos y los logros. Esto incluye estrés y ansiedad. Las mujeres, inteligentemente tenemos las herramientas para entrar y salir del foco sin mayor complicación y podemos jugar a escribir el mensaje, mandar la foto, la nota de voz y seguir trabajando con la misma concentración y eficiencia. En esos momentos, disfrazados por la tecnología,  le hacemos el amor a nuestra pareja.

Un mensaje de texto seductor a mitad de mañana que le haga cambiar el pensamiento del trabajo hacia ti, que lo lleve en imaginación a una situación ideal contigo, no tiene que ser sexual, para nada, por favor no se puede ser básico en el amor. Puede ser su comida favorita, una frase de un autor que le gusta leer, una canción, un pensamiento, una foto de un lugar hermoso a donde quieren ir en verano, una noticia deportiva del equipo de futbol o del deporte que a él le gusta, de la carrera de autos que le apasiona, un detalle gracioso, no un chiste, son tantos los recursos que hoy tenemos a través de las redes sociales y los teléfonos inteligentes y las computadoras que lo que falta es ser un poquito, sin mucho esfuerzo, creativa.

Luego la llamada a la hora del almuerzo, corta, precisa, suave, halagadora e invitacional para cuando llegue el encuentro más adelante. Es demostrarle que estas allí para él, de manera genuina y libre. Amiga, eso te empodera como mujer, como hembra, como líder y como pieza fundamental de la relación.

Una vez terminada la jornada de trabajo de ambos,  seguramente surjan las llamadas más largas y es allí donde se puede ser más explicita y definir como quieres amar y ser amada.

Hacer el amor no es el acto de la cama, hacer el amor es amar con palabras, gestos, empatía, cuidado y cariño a tu ser amado, es escuchar y hablar, es simplemente hacer silencio y sentir.

Empieza a hacer el amor todo el día con tu pareja a través de tus acciones y te garantizo que vas a tener el mejor sexo.

Por: Roxana Castillo

@mujerlatinausa

@roxanacastillo

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