La familia es la primera sociedad que los niños conocen y con la primera que interactúan, dado que están bajo un mismo ambiente, bajo las mismas normas por un tiempo determinado. La manera como ellos socialicen con este primer grupo inmediato (familia) , será la manera como lo harán en la escuela y en otros ambientes fuera de la casa.

El ambiente ideal para el crecimiento de los pequeños es aquel que se construye sobre la base de la confianza y la comunicación bajo el paraguas del amor . Lo primero que deben tener presente los padres es que son el primer  ejemplo a seguir y representan el ideal de hombre y mujer para ellos. No basta con decir las cosas, hay que actuarlas.

Un acto vale mas que mil palabras.  

Los valores que se enseñan mejor con el ejemplo que con el concepto, siempre están acompañados de repeticiones positivas hacia otros, lo que se traduce en la multiplicación de los mismos dentro de la sociedad. Un ejemplo sencillo es la tolerancia, que explicada es muy bonita pero actuada es mucho más. Como sean tolerantes los padres con sus hijos en cada una de sus etapas y procesos, ellos lo serán con su entorno y crecerán con más apertura y empatía hacia situaciones del diario vivir en su entorno. Otros ejemplos como el respeto mutuo, la disciplina con cariño, la comunicación, la comprensión, forman parte del conjunto de enseñanzas que sus hijos deben conocer y practicar hasta que sea algo natural como parte de su rutina diaria,  para contribuir así al crecimiento positivo e integrativo de la sociedad.

Colaboración en familia

Otra enseñanza es la colaboración entre los miembros del grupo familiar, apoyarse mutuamente con las tareas del hogar, repartirse responsabilidades dentro de la casa sin afectar las actividades individuales de cada uno de sus miembros . Esta actividad crea en los niños la responsabilidad de cumplir con una tarea aparte de la de los estudios, que apoya a el buen funcionamiento de la dinámica del hogar. Así lo sabrá hacer en la  sociedad cuando deba asumir sus responsabilidades civiles y sociales.

No basta con decir te quiero

Otro acto que vale más que mil te quiero es el que se manifiesta a través del cuidado de la integridad de cada uno de los miembro de la familia . Es muy importante decirle a los niños lo mucho que se les  quiere, pero también es importante demostrarlo con actos de amor como la solidaridad, el cuidado, los detalles, el reconocimiento, la protección, el apoyo a la autoestima y a la autovaloración.

A los hijos se les enseña con buenos actos, buen ejemplo y amor.

Por Roxana Castillo

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