Los 7 de abril de cada año, se celebra el Día Mundial de la Salud, como recordatorio sobre lo esencial que es para las personas cuidar su salud, lo cual es clave para afrontar la vida cotidiana con energía, vitalidad y una sonrisa. El nivel de conciencia que tenga el individuo sobre este tema determinará sus condiciones para alcanzar un estado de salud óptimo o por el contrario, llevar una vida llena de episodios depresivos, fatiga, decaimiento, y otros males propios de quien no se cuida.
Es importante que los seres humanos asuman, que cuerpo y mente deben estar sintonizados alrededor del concepto de salud simultáneamente, ya que no se puede hablar de mente sana y cuerpo enfermo, ni viceversa. Se debe tener presente que la salud es un concepto que abarca mucho más que la ausencia de enfermedad. En sentido general, tener salud implica tener buenos hábitos como una dieta sana, ejercicio regular, ausencia de tóxicos, vivir con optimismo y fomentar las relaciones sanas que ayuden a conseguir el máximo bienestar, tanto físico como mental.

Importancia de cuidar nuestro cuerpo
Importancia de cuidar nuestro cuerpo

Cuando se afirma que tener salud es algo más que la ausencia de enfermedad, se va más allá de tener un cuerpo sano, ya que se trata además de sentirse bien internamente y gozar de un bienestar físico y emocional. Tener una buena salud siempre es importante, ya que ello contribuye a llevar una vida mejor y a percibir más felicidad. Por esto, cuidar la salud debe ser una prioridad durante cualquier etapa de vida, lo cual ayudará a tener una calidad de vida excelente en todos los niveles y edades.
La Organización Mundial de la Salud (OMS),  establece que “la salud es un estado completo de bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades». Así, queda claro que más allá de patologías, la salud abarca diversos factores que intervienen en la calidad de vida de cada uno. Una persona sana, por tanto, sería aquella que disfruta de una vida plena y feliz a todos los niveles.

importancia de la salud integral
importancia de la salud integral

De acuerdo a estos planteamientos, cuidar la salud también implica invertir en calidad de vida, lo cual se logra tomando medidas y creándose hábitos     que permitan luego exhibir resultados cónsonos con los propósitos de ser saludables. Por ejemplo:

  • Reducir el consumo de la llamada comida “basura”: Los alimentos procesados o ricos en grasas saturadas y calorías no contribuye en conservar ni mejorar la salud. Este tipo de alimentos aportan grasas poco saludables al organismo, aumentando el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares o sobrepeso.
  • Comer frutas y verduras: Se trata de los alimentos más sanos y, por lo tanto, su inclusión en la dieta resulta casi obligatoria. Las frutas y verduras aportan nutrientes, vitaminas y minerales al organismo, además de que cuentan con muy pocas calorías, algo que los convierte en un factor que aporta salud.
  • Beber mucha agua: El agua hidrata, purifica y elimina toxinas, mejorando el funcionamiento de los órganos, el estado de la piel y el cabello. Queda demostrado el importante papel que el agua juega en la salud. Beber abundante agua es algo que el organismo agradecerá.
  • Dormir bien: El organismo necesita descansar y reponer energías, por tanto, el sueño se convierte en factor decisivo a la hora de poder emprender nuestras actividades diarias con total energía y concentración.
  • Eliminar vicios: Si de salud se trata, existen una serie de hábitos que juegan en sentido inverso, tales como tabaco, alcohol o drogas, sustancias muy dañinas para el organismo, que además aumentan las probabilidades de contraer todo tipo de enfermedades, como el cáncer o problemas cardiovasculares.
  • Hacer deporte: Practicar un deporte o hacer ejercicio, no solo sirve para adelgazar o mejorar la forma física; también fortalece las defensas del organismo, proporciona vitalidad y provee más felicidad, ya que se ha demostrado que con el deporte se liberan endorfinas, las cuales aportan sensación de bienestar.

En conclusión, disfrutar de un buen estado de salud puede conseguirse a partir de variadas acciones y mantenerse durante mucho tiempo o bien perderse debido a diversas razones. La importancia de cuidar la salud también abarca el aspecto psicológico y las emociones. Tener una actitud positiva ante la vida, entablar relaciones personales sanas, limitar las situaciones de estrés y propiciar el optimismo son prácticas que no se pueden perder de vista, ya que ayudarán a que la salud mejore. La  salud es un estado que se puede alcanzar.

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