Con el paso de los años y el avance de la tecnología, cada vez es más difícil imaginarnos un mundo sin acceso a Internet o sin poder hacer uso de smartphones o dispositivos móviles, lo que de alguna manera ha democratizado el acceso a la información.

Contradictoriamente, estudios recientes de la ONU alertan que el uso y acceso de la tecnología, no siempre es sencillo para las mujeres; sobre todo en los países con ingresos bajos, en donde ellas tienen 21% menos posibilidades de acceder a Internet o tener un celular que los hombres.

Una realidad que se hace evidente al analizar la cantidad de mujeres que estudia  o trabaja en éstas áreas. La ONU advierte que la ausencia de ellas es especialmente en la alta gerencia de empresas tecnológicas, lo que hace que este universo siga siendo percibido como masculino.

las mujeres y la tecnología
La verdad y el mito sobre las mujeres y la tecnología

Y es que, no es raro escuchar o leer estigmas asegurando que las mujeres sienten poca o ninguna curiosidad por hacer funcionar las cosas y  solucionar las dificultades técnicas, sin la necesidad de recurrir a un tercero.

Incluso, se cree que las mujeres hacen uso de sus smartphones de maneras completamente distinta a los hombres, puesto que mientras ellos los ven más como una “caja de herramientas” para descargar app funcionales, ellas se inclinan más por usarlos para buscar recetas, ver fotos o acceder a sus redes sociales.

De hecho, pareciera que ellas tampoco son proclives a generar contenidos para la red.  Se sabe que sólo el 8% de los editores de Wikipedia son mujeres, lo que implica que son los varones los que se están encargados de llenar la “gran enciclopedia” del mundo.

Según Melina Masnatta, encargada de Educación Wikipedia Argentina, considera que está relacionado a que las mujeres consumen los contenidos, pero no se interesan en saber de dónde salió.

Por otro lado, advierte Masnatta, que muchas de las chicas que se animan a agregar contenidos se ven abrumadas por la cantidad de validaciones que se piden al cargarlos y desisten antes de lograrlo. Algo que, al parecer, no ocurre con los hombres, quienes se empeñan en intentarlo, hasta que por fin lo consiguen.

Pero esta realidad va más allá. En la actualidad, se estima que sólo el 25% de la fuerza laboral mundial del sector informático está ocupado por mujeres. Una realidad que también se percibe en el mundo académico, en donde la cantidad de hombres supera con creces al de las chicas que se deciden a estudiar carreras relacionadas con la informática.

Según Forbes, en los últimos 23 años, ha descendido el porcentaje de mujeres en trabajos relacionados a las ciencias y tecnología en EEUU.

Sin embargo, se cree que esto no se trata de falta de interés de las chicas por la tecnología o por sus carreras afines, sino que en gran parte, la falta de iniciativas que fomenten a las mujeres incursionar en este ámbito, así como un mercado que apunta a estereotipos masculinos, podrían ser variables importantes en esta ecuación.

Curiosamente, al revisar la historia, se puede notar cómo ésta tendencia es más bien moderna. Según Katherine Myronuk, profesora de Singularity University, en el pasado – desde los 40 a los 80- las mujeres tuvieron un rol central en la tecnología, pero con el paso del tiempo, esto ha ido cambiando.

Myronuk cree que es responsabilidad de las mujeres modernas continuar con ese legado y sumarse al mundo tecnológico. Justamente pensando en ello, existen iniciativas como Girls in Tech, una organización sin fines de lucro que promueve que las niñas crezcan en este ámbito.

Por Rafael Montilla

 

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