Desde 1977 se han practicado técnica de liposucción y lipoescultura; aunque muchos las suelen confundir, su principal diferencia radica en que, mientras la primera se limita a remover la grasa corporal, la segunda la extrae y la redistribuye de modo que sirva para redefinir proporciones.

Los cirujanos suelen recomendar la lipoescultura para aquellas personas que desean moldear el contorno de sus cuerpos o eliminar grasa localizada, pero dejan claro que no se trata de un procedimiento para bajar de peso. De hecho, suelen recomendársela a los pacientes que tengan un peso normal o que apenas tengan sobrepeso y, lo más importante, a aquellos cuya piel aún es elástica.  Todo esto para garantizar resultados óptimos.

En cuanto al procedimiento quirúrgico, se trata de una intervención ambulatoria que puede realizarse bajo anestesia local o general, dependiendo del volumen de grasa a extraer. Durante la operación, el cirujano insertará unas micro cánulas subcutáneas por las que removerá la grasa ubicada en cuello, brazos, abdomen, cadera, piernas, entre otros. Luego, esa grasa removida es reinsertada en las zonas que el paciente lo requiera.

Generalmente, se estima que los primeros resultados de la lipoescultura se notan pasados 15 días, tiempo en que el cuerpo tiene tiempo de cicatrizar y desinflamarse. Sin embargo, los cirujanos advierten que luego de 6 meses es que se podrá observar cómo realmente quedó la cirugía.

Por ser un tratamiento ambulatorio, los pacientes suelen ser dados de alta el mismo día de la cirugía, a no ser que éste sea complementario de algún otro procedimiento. En ese caso, la recomendación suele ser que la persona deba quedarse 24 horas en observación.

Luego de la cirugía, los cuidados iniciales contemplan el uso de vendaje por lo menos por dos semanas, para evitar lesiones y moldear la figura. En cuanto a la recuperación, los médicos explican que puede ir de días a meses y subrayan que siempre depende del lugar del cuerpo en que se haya practicado el procedimiento.

Normalmente, si los pacientes siguen los cuidados indicados, pueden retomar su vida habitual en una o dos semanas.

A pesar de que actualmente la lipoescultura es considerada un procedimiento estético seguro, existe la posibilidad que existan complicaciones en el postoperatorio como la aparición de seromas, hematomas, infecciones, hiperpigmentación de las cicatrices, queloides, asimetrías corporales, etc.

No obstante, es importante resaltar que, generalmente, las pequeñas incisiones de la cirugía suelen desaparecer a los tres meses de practicada la operación y, si fue ejecutada por un médico experimentado, la mayoría de las cicatrices serán en puntos estratégicos y disimulables, como los pliegues de la piel.

Finalmente, una vez practicada la cirugía, los pacientes deben evitar acostarse por largos períodos y se aconseja caminar pequeñas distancias frecuentemente, así como realizar inspiraciones profundas para evitar complicaciones pulmonares y pequeños estiramientos para favorecer la circulación.

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