La hidratación es una palabra clave para una piel sana, variando considerablemente de una persona a otra, debido al ambiente en que se desenvuelva, la edad y tipo de piel. Es un tratamiento adecuado para toda piel, especialmente la seca, que se basa en un elemento vital, que es el agua, con lo que se asegura elasticidad, luminosidad, resplandor, transparencia y juventud al rostro. Contrariamente, la deshidratación del rostro es un fenómeno muy común que amenaza a cualquier persona sin importar la edad y el tipo de piel que tenga.
A pesar de sus indiscutibles beneficios, la hidratación solamente no es suficiente, ya que la piel del rostro también necesita nutrirse, repararse y luchar contra los efectos del paso del tiempo, tales como las arrugas. La piel del rostro es la línea de defensa ante los diversos factores a los que se expone, y con demasiada frecuencia no se protege lo suficiente. En este sentido, las cremas no sólo ayudan a hidratar sino también a evitar la evaporación. Los agentes humectantes de las cremas permiten que la piel se empape de agua y se rellene, lo que explica la desaparición momentánea de esas pequeñas arrugas superficiales y la recuperación de una piel más transparente y luminosa.
No obstante, las cremas hidratantes tampoco suele ser suficiente para mantener una piel perfectamente hidratada, ya que la epidermis necesita elementos nutritivos. Para reforzar su acción existen las mascarillas, que son muy importantes para hidratar y eliminar las impurezas de la piel. Además, son suaves y relajantes, actúan con increíble rapidez y sus efectos son inmediatos y visibles. Las mascarillas hidratantes, refuerzan la hidratación, percibiendo el efecto de inmediato, además deja la piel más suave y el tono más luminoso, alisando visualmente las arrugas.
Conseguir una piel bella no es fácil y mantenerla en buen estado, se hace más complicado a medida que pasan los años. Las frutas no sólo son saludable y deliciosa, también son fantásticas aliadas para la piel gracias a sus vitaminas, antioxidantes y ácidos naturales que te ayudarán a nutrirla y embellecerla. Algunas mascarillas a base de frutas para tener una piel increíble, son las siguientes:
Mascarilla de pepino. Este es un fruto, familia del melón,  que debido a su riqueza en agua, vitamina E y aceites naturales, es uno de los mejores aliados para el cuidado externo de la piel.  Las cualidades del pepino lo convierten en un producto excelente para el cutis  graso, piel sensible y arrugas. Una mascarilla es la mejor manera de aplicarlo en el rostro para aprovechar sus propiedades. La aplicación de pepino triturado es útil para aliviar las quemaduras de sol, para tratar la dermatitis. Sirve para tratar el acné, porque reduce la grasa de la piel, controlando la aparición de granos y mejorando el aspecto de la piel. Si se usa en rodajas o en crema, resulta útil para tratar la rosácea, porque desinflama la piel y ayuda a evitar el enrojecimiento. Este fruto aporta beneficios depurativos, laxantes y diuréticos reconocidos, tiene un PH neutro y, en consecuencia su aplicación en la piel contribuye al balance de éste. Luego de realizar una limpieza profunda, una mascarilla de pepino devuelve a la piel una sensación de suavidad, limpieza y frescura.
Mascarilla de Manzana: Es ideal para cutis graso o con tendencia al acné. Por sus propiedades astringentes, la manzana se ha usado desde la antigüedad para elaborar mascarillas faciales, con el fin de eliminar impurezas y reafirmar la piel. Su alto contenido en ácido málico y ácido tartárico ayuda a la eliminación natural de las células muertas de la superficie cutánea. Se prepara machacando una manzana hasta hacerla puré y aplícala de inmediato en la piel de todo el rostro. Espera 10 minutos y luego, enjuaga.
Mascarilla de Aguacate o Palta: Este fruto abunda en sustancias fitoquímicas, que ayudan a combatir los radicales libres, es rico en ácido fólico y vitamina C, B6, A y E, todas ellas necesarias para mantener la salud y belleza en la piel. Además, contiene minerales como el hierro, el fósforo y el magnesio, y tiene niacina y biotina, que ayuda a combatir problemas cutáneos como la dermatitis, o la aparición de granos. Para hacer una mascarilla tonificante se pela medio aguacate bastante maduro, se añade una cucharada de jugo de tomate y una de jugo de limón y se machaca todo junto hasta obtener una pasta homogénea. Se aplica sobre el rostro limpio, evitando la zona de los ojos, y se deja actuar durante unos 15 minutos.
Mascarilla de Naranja: Esta fruta, como todos los cítricos, tiene una alta concentración de vitamina C. Además, aporta una buena dosis de antioxidantes, que combaten el envejecimiento otorgando tersura, elasticidad y luminosidad a la piel, retrasando la aparición de arrugas y el deterioro del cutis. Sólo hay que aplicar la pulpa de la naranja directamente sobre la cara y dejar actuar durante unos 15 minutos. Luego, lavarse la cara con agua fría.
Mascarilla de Uva: Las uvas son grandes aliadas de la belleza, tienen muchos componentes benéficos para la piel, entre los que se encuentran: los polifenoles, la vitamina A y otros antioxidantes. La pulpa, la cáscara y las semillas son útiles para ciertas lesiones de la piel, sirven como antioxidantes, hidratantes y ayudan a disminuir las arrugas y a combatir los radicales libres. Las cataplasmas de uva en la piel la ayudan a regenerar células y a evitar arrugas, simplemente hay que machacar algunas con todo y su cáscara y frótalas por toda la piel, incluyendo el cuello. Deja que la mezcla permanezca en el rostro por 15 minutos y lava la cara con agua fría. Se puede usar diariamente.
Mascarilla de Piña: La piña es una fruta regeneradora, que posee varios componentes que sirven como tratamiento de belleza natural para la piel. Es una rica fuente de antioxidantes como la vitamina C, B1 y B6, tiene un alto contenido de agua. También contiene ácido alfa-hidroxi, un ingrediente que la industria cosmética utiliza para cremas antiarrugas. Según la Sociedad de Nueva Zelanda de Dermatología, la bromelina contenida en la piña fresca proporciona una alternativa económica para un tratamiento de belleza en casa. Simplemente hay que hacer puré un trozo de piña y agrégale dos cucharadas de yogurt natural. Dar un masaje suave con esta mezcla y deja actuar 5 minutos. Es excelente para pieles grasas y con puntos negros.

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