Evidentemente son ejercicios físicos que conllevan  a un propósito específico, como brindar a la zona musculosa de diferentes partes del cuerpo un aspecto más enfático y definido.  Cuando se emplea el termino tonificar, generalmente las personas siempre piensan en el hecho de marcar la musculatura, resultado que se consigue eliminando la grasa corporal existente hasta lograr tener un porcentaje graso bajo, unido a una previa hipertrofia muscular.

Ahora bien, cuando nos enfocamos en los tipos de ejercicios que se utilizan para trabajar de esta forma, lo que buscamos es la contracción del músculo con el peso a trabajar y fuerza a emplear,  para obtener una definición correcta y natural del músculo.

Además de ello, los ejercicios tonificadores influyen de forma positiva en el desarrollo intelectual y emocional de adolescentes y adultos, lo cual permite desarrollar la creatividad, tener un mejor control de los problemas y aumentar la autoestima, entre otros. De tal manera, los ejercicios tonificadores son una variedad de movimientos corporales planificados, estructurados, repetitivos con el objetivo de mejorar o mantener la aptitud física y la salud.

Los ejercicios que se utilizan popularmente para mejorar la tonificación, son principalmente ejercicios de levantamiento de peso realizados con altas repeticiones y baja resistencia (bajo peso), con breves períodos de descanso. Dentro de estas prácticas, existen riesgos comunes que pueden repercutir en  lesiones en el músculo que se está trabajando, por no dedicar de 15 a 20 minutos de calentamiento y estiramiento. Además de ello, el tiempo de descanso por cada serie realizada es de vital importancia, normalmente son intervalos de 12 a 20 seg de descanso; y no solamente eso, la alimentación va de la mano con estas rutinas, más que todo el consumo de frutas ricas en potasio y zinc que ayudan a un mayor desempeño en estas actividades.

Algunas de las rutinas mayormente empleadas por algunas personas que se dedican al oficio de la tonificación de los músculos, son las siguientes:

Las sentadillas: Es uno de los ejercicios básicos del entrenamiento de fuerza. Trabaja directamente los músculos de muslo, cadera y glúteos, y fortalece los huesos, ligamentos y tendones de piernas y caderas.

Lagartijas: son flexiones que se hacen boca abajo mayormente (existen variaciones) con ayuda de los brazos. Los ejercicios de lagartijas trabajan pectorales, hombros, tríceps, espalda y bíceps.

Abdominales: Es la contracción del abdomen por medio de un ejercicio físico el cual consisten en hacer movimientos específicos de las piernas y los brazos para hacer presión en la sección predeterminada del abdomen.

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