El rejuvenecimiento facial se ha convertido en una alternativa frente al inevitable proceso de envejecimiento, que progresivamente ocasiona una caída de la piel. La técnica de rejuvenecimiento más adecuada, depende del tipo de piel y de la cantidad y profundidad de las arrugas. Por ejemplo, para las líneas de expresión más suaves, causadas por exposición a los rayos solares, se utilizan peelings químicos o mecánicos, que quitan las células muertas y exfolian la piel permitiendo que las células nuevas “repavimenten” el rostro, esto atenúa o borra las líneas de expresión.

El procedimiento comienza  por una limpieza facial y posteriormente se hace una ligera lijadura de la piel para exfoliarla y abrir los poros, luego se aplican diferentes sustancias que se eligen en función del tipo de piel y de cuántas líneas de expresión tiene. Con algodones se coloca la sustancia, que generalmente es ácida y se deja actuar por unos minutos, después se neutraliza esa sustancia con inhibidores de ácidos y finalmente se pone un bloqueador solar.

Con los tratamientos de rejuvenecimiento facial, la idea es buscar en la cara los resultados  más cercanos a la naturalidad, que no alteren rasgos faciales, que no sean excesivos y que sea posible mantenerlos, es decir, que para un paciente sea costeable seguir cuidando su piel y disimular sus líneas de expresión.

Entre las alternativas del rejuvenecimiento facial, los especialistas ofrecen las siguientes:
Rellenos: Sirven para solucionar las arrugas superficiales de expresión, tales como los surcos nasogenianos, las arrugas del «ceño fruncido» y a disimular las arrugas de «muñeco de ventrílocuo«.

Láser: Sirve para mejorar el estado general de la piel y hace desaparecer las pequeñas arrugas pero no las profundas. Es excelente siempre y cuando sea hecho por médicos y se moderen las expectativas del paciente. Hay riesgos de pigmentación, y molesta un poco.

E-Light: Esta tecnología es excelente y superior al láser, porque combina la Luz Intensa Pulsada con la Radiofrecuencia, eso permite dos cosas en un solo tratamiento, sustitución de la piel muerta y una potente estimulación para la síntesis de una piel nueva, obteniendo como resultado la lozanía.

Radiofrecuencia (RF): Trabaja con potentes ondas ultrasónicas que actúan a nivel de la dermis profunda de la piel, «derritiendo» el colágeno, una proteína que funciona como el «cemento» de la piel, y además estimulando a una célula que se llama fibroblasto para hacer que fabrique un nuevo colágeno, eso hace que la piel se transforme rápidamente y se torne espectacular. Hay que destacar en este tratamiento su excelente tolerancia, su inocuidad, y sus maravillosos resultados estéticos.

Botox: Es ideal para eliminar las líneas de la mímica, en especial las de la frente y las que están ubicadas alrededor de los ojos.

Plasma Rico en Plaquetas: Esto debería hacerlo toda persona mayor de 30 años, al menos una vez al año. El Plasma Rico en Plaquetas, induce una increíble e inigualable revitalización de «adentro hacia afuera», como ningún revitalizante conocido hasta ahora puede hacerlo. De hecho, es tal el poder revitalizador, que se usa para regenerar tejidos muy dañados en accidentes, o ulcerados por problemas vasculares.

Surgiwire: Es un método que permite eliminar los surcos nasogenianos superiores e inferiores sin relleno. Esta ingeniosa técnica consiste en una subsición o despegamiento del tejido subyacente con un Hilo de Acero Quirúrgico.

Endotine Ribbon: Es un sistema de fijación multipunto para rejuvenecer, que existe actualmente en el arsenal terapéutico contra el envejecimiento facial.  Su antecesor, los hilos de sustentación, no cumplen ni con la cuarta parte del objetivo, es decir, la capacidad real de traccionar el tejido eliminando señas antiestéticas  como los «buchitos de bulldog» que suelen aparecer después de los 40 años. Endotine Ribbon  es una banda o cinta que se coloca por debajo de la piel para «estirar» el músculo, alisando la piel de una sola vez. La ventaja es que se aprovecha y se «corta» la piel sobrante, haciendo las veces de un pequeño lifting. Los resultados redundan en una cara más fresca, sin pliegues o arrugas.

Ritidectomía (Cirugía para quitar las arrugas de la cara): La opción es excelente, pero es un procedimiento quirúrgico no exento de riesgos, tanto por la anestesia como por los riesgos (aunque infrecuentes) inherentes a lesiones en los nervios o al paquete vasculo-nervioso de la cara. La recuperación es tediosa, prolongada en el tiempo, es más traumática.

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